sábado, 10 de noviembre de 2012

(12) Estancia Cristina: el milagro de la familia Masters


Antes de dejar El Calafate elegimos una visita organizada (única forma de hacerlo) a la Estancia Cristina. Se trata de un antiguo poblamiento (algo más de un siglo) creado por la familia Masters, ingleses, en un extremo del Lago Argentino. Tras conocer la historia con cierto detalle nos hacemos cruces ante la valentía/arrojo/temeridad o lo que sea de algunos. Fuimos en un catamarán, el Massimo, en un día soleado pero ventoso, por supuesto. En la foto, uno de los grumetes.




El viaje en barco duró casi tres horas a la ida, ya que antes de la estancia nos desviamos para ver el glaciar Upsala, el mayor de todos. Renuncio a aburriros con cifras, el que esté interesado que las busque.


Esta vez si que navegamos rodeados de témpanos como los de las fotos, muchos de respetable tamaño. Como ya contamos, la parte que flota es aproximadamente el 10% de la masa de hielo.

Ante cientos de témpanos y la existencia de un estrechamiento del lago, la Boca del Diablo, el capitán se "manejó" con prudencia y a un kilómetro del glaciar echó el freno.No llegan más lejos ante el riesgo de que se forme una barrera de témpanos y el barco quede del otro lado.

Pese a sus dimensiones, el Upsala preocupa ya que en los dos últimos años ha perdido cada uno de ellos 700 metros, un proceso que si no se detiene puede reducirlo de manera significativa. Nos explicaron que si se mantiene su futuro peligra.

En la imagen superior, una vista del frente del Upsala, con sus dos glaciares tributarios, y en la inferior desde el punto más cercano en el que estuvimos.

Abrigaditos, eso sí, que el viento era fuerte y en el barco más.



Y ante algunos témpanos majestuosos nos descubriamos pensando en el Titanic y en que el agua estaba a 4/6 grados.

Y al final llegamos a la estancia. Resumo la historia: un carpintero inglés y su mujer arribaron a Río Gallegos en la costa argentina de esta provincia, Santa Cruz, hacia 1900. 

Ocho años después se desplazaron al interior, a lo que ahora es El Calafate (que no existía) buscando tierras ya que existía una ley que establecía que si alguien se instalaba en un territorio no ocupado y se mantenía 30 años las tierras pasaban a ser de su propiedad. Esta familia (entonces con dos niños de 4 y 2 años) no se quedaron en El Calafate, sino que se trasladaron a un lugar innacesible al que la mujer y los niños llegaron en una barca y él atresando las montañas a caballo con 90 ovejas, para lo que empleó 11 días. Allí se establecieron, inicialmente en una especie de tienda de campaña, sin nada más y siguieron viviendo hasta su muerte, llegando siempre en barca (después un barco a vapor propio que tardaba 12 horas). Por esta vía recibían suministros y exportaban su lana.




En la estancia había varias opciones: subir en un 4 por 4 a ver el Upsala desde arriba o bien un paseo a una montañita cercana hasta una cascada. Elegimos la segunda pues la primera suponía casi dos horas dando tumbos en los todo terrenos por los carrouchos de la estancia.

Allí,lo primero que hicimos fue visitar el museo, una auténtica experiencia, en el que te explican la vida que llevaron, como evolucionó su vida allí y como al final no se cumplieron sus sueños. En 1937, con Perón en el poder, se creó la Administración de Parques Nacionales y el terreno de la estancia quedó incluído en el dominio público de Los Glaciares. Como estaban allí ya se les autorizó a seguir en concesión mientras existiera un descendiente Masters en el lugar.


En la imagen superior la pareja Masters con sus dos hijos, Herbert y Cristina. Esta última murió de neumonía a los 20 años y el patriarca le dio su nombre a la estancia. El varón estudió a Buenos Aires y regresó después a la estancia, pero no tuvo descendencia. Muríó a finales de los 90 sin descendencia, momento en el que la estancia pasó a la titularidad de Parques Nacionales, finalizando su explotación ganadera que está totalmente prohibida en estos recintos. La única posible es su utilización turística. El Masters que fundó la estancia murio a los 99 años siempre viviendo allí.


La imagen superior es el "buzón" que tenían los Masters al otro extremo del lago Argentino. Allí les dejaban el correo y lo recogían cuando iban por cualquier motivo.


En la estancia llegó a haber 22.000 ovejas que alimentaban con trabajo ya que el suelo produce hierba de escasa calidad por falta de tierra vegetal (es roca a 20 centímetros). Pese a ello plantaron árboles para protegerse del inclemente viento patagónico (con éxito como comprobamos) e incluso un jardín al que aclimataron plantas exóticas aquí como los tulipanes, frutales y dos sequoias californianas que allí siguen.

Actualmente la estancia es gestionada por una empresa en régimen de concesión y además de recibir visitas de una jornada como la nuestra tiene unas cabañas para alojar huéspedes. 


El precio es increíble: habitación doble y pensión completa (salvo bebidas alcohólicas) 1.000 euros diarios. Absolutamente exclusivo para estar aislados (ni móviles, ni tele, energía eléctricca con generadores) realizando excursiones a pie o a caballo en un entorno de tremenda belleza. La excursión fue cara, pero al lado del hospedaje, nada que ver.

Arriba una fila de álamos destinados a reducir el impacto del viento. Debajo, el cementerio donde está enterrada la familia muy cerca de las viviendas.

Para resolver el suministro de agua construyeron una noria a unos cientos de metros donde discurre un río que comunica una laguna con el lago Argentino. El agua es de primera calidad.




Aunque la vista es espectacular se mire para donde se mire, pasamos el día dándoles vueltas a todo tipo de preguntas: ¿Cómo puedieron salir adelante al principio en total aislamiento viviendo en una carpa una familia con dos niños pequeños?
 
¿De qué forma pudieron poner en marcha la explotación sin la menor ayuda? y muchas más. Lo cierto es que años después llegaron a tener 17 empleados, pero siempre viviendo aislados, como sigue estando hoy este punto. El museo da algunas respuestas pero nuestra intención es buscar a la vuelta alguna publicación que relate la aventura de unos pioneros dignos de admiración.Tras este chute de historia increible dimos un paseo muy agradable a un montículo cercano para ver la zona desde la altura. 
En la imagen inferior un arbusto que hemos visto por algunos sitios, el notros, que tiene una flor roja muy llamativa.

Hacía sol y una temperatura suave que contribuyó a acrecentar nuestra sensación de bienestar.


Estábamos junto a una cascada y el relajo lo exteriorizó alguna más que otros.


Y la foto inferior refleja la explanada donde se ubica la estancia Cristina, en su momento llena de miles de ovejas y también algunas vacas. Para separarlas en diferentes momentos del proceso de cría los Masters llevaban a los carneros al otro lado de alguna montaña.

A la vuelta de la caminata, un rato de relajo junto al restaurante de la estancia.


 a la espera de la salida del barco para volver a El Calafate. Por el camino de vuelta seguían los témpanos, esta vez con una luz tangencial, la del atardecer, que les aportaba algo diferente.

En la cubierta del barco, ya cerca de las ocho de la tarde y con solecito, se estaba de maravilla.

Al día siguiente nuestro objetivo de ir siempre hacia el sur nos llevó a volar a Ushuaia e iniciar la recta final de unas vacaciones que no querríamos terminar. En El Calafate la gente con la que hablamos nos confirma lo que ya habíamos oído: que la presidenta Cristina Kitchner tiene aquí muchos intereses económicos, hotelazos principalmente. Nuestra discreta posada, por supuesto, no es una de ellas.

3 comentarios:

  1. Como podeís comprobar el ser humano ha ido degenerando desde las cavernas y ahora somos unos flojos visto lo de los Masters (por algo ese apellido ).
    Aqui en Fraijoolandia decimos que hace frio pero visto lo visto,esto es un verano.
    Vosotros seguir disfrutando,que aquí pasado mañana nos entretendremos con la segunda huelga mariana de la temporada.

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  2. Sí que eran duros esos Masters...
    me encantan los colores del hielo,
    hala, a seguir disfrutando,
    besos

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  3. Hay q revisar las fechas. Perdón llegó al gobierno en 1943, como ministro, y a la presidencia en el 45.

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